Con los hiperdocumentos vamos a perseguir el trabajo de las 4Cs (Comunicación, Colaboración, Pensamiento Crítico y Creación-Creatividad) para dar respuesta a las necesidades individuales, sociales, educativas y profesionales actuales.

En este tercer artículo de nuestra serie (Puedes leer los dedicados a la Creatividad y Comunicación publicados anteriormente) vamos a continuar reflexionando sobre las 4Cs de la educación, y en concreto, vamos a concentrarnos en la Colaboración.

Colaborar consiste en trabajar en parejas o grupos, debatiendo, analizando y tomando decisiones para alcanzar juntos los objetivos marcados: resolver un problema, producir información en diferente formato, generar un producto…

Colaborar en el aula significa usar la interacción social para potenciar el aprendizaje. No podemos olvidar que la interacción social constituye la base del desarrollo humano, del cambio y progreso de las sociedades. Pero es que además, esta interacción nos va a generar aprendizajes muy valiosos más allá de los conocimientos directamente relacionados con nuestras materias, y que son las habilidades, cultura, actitudes...

Es importante considerar que la colaboración en el trabajo en Hiperdocumentos puede desarrollarse a diferentes niveles de profundidad:

• Veremos colaboración a nivel de grupo clase cuando entre todos debatamos, aportemos ideas en una actividad inicial, cosechemos resultados de la exploración en un tablón o documento compartido o contribuyamos a la reflexión sobre lo aprendido a través de una encuesta o presentación interactiva. Estos son ejemplos de colaboración a una escala más superficial, pero no por ello menos relevante para la secuencia de aprendizaje.

• Por otro lado, cuando lancemos a nuestro alumnado retos de trabajo más elaborados, veremos cómo se desarrollan estrategias de colaboración que van más allá de la suma de contribuciones individuales, aunque no podemos perder de vista que estas también nos ayudan a construir conocimiento y opiniones al respecto del tema. Aquí está la clave para nosotras: esa toma de decisiones que va a tener lugar tras el planteamiento de una tarea más compleja. Buscaremos que nuestro alumnado plantee una lluvia de ideas, debata, considere pros y contras, consensúe, decida una estrategia de trabajo para luego llevarla a cabo, autorregulando su aprendizaje y replanteando… Aquí es donde colaborar cobra una dimensión superior.

¿Cómo fomentar una colaboración efectiva?

Para promover una colaboración real y efectiva, considerar estos aspectos antes de planificar este tipo de trabajo puede ser de gran utilidad para conseguir el éxito:

• Plantear tareas complejas: Si la tarea es lo suficientemente simple para que una persona pueda hacerla sola, a lo más que van a llegar es a hacer comprobaciones entre ellos o colaborar muy superficialmente repartiendo trabajo.

• Debemos preparar al alumnado para conocer lo que de verdad supone trabajar en equipo: que entiendan los beneficios de colaborar, las fases del desarrollo de trabajo en equipo, instarles a establecer normas de trabajo, estrategias para resolver conflictos, enseñarles a desarrollar la escucha activa…

• Facilitar herramientas y estrategias que ayudan a articular ese trabajo en equipo.

• Minimizar las oportunidades de que el alumnado con perfil más pasivo que no contribuye al equipo se escabulla de sus responsabilidades: crear equipos pequeños donde sea más difícil no participar, implementar sistemas de registro para rendición de cuentas del trabajo individual y grupal, aplicar la auto- y co-evaluación del trabajo en equipo.

• Planificar momentos para el debate y el consenso, evitando así que se centren sólo en sacar trabajo adelante repartiendo tareas.

• Aprovechar la colaboración como una oportunidad para aprender unos de otros y reforzarse entre compañeros. Que se enseñen entre ellos a manejar herramientas, a reforzar los contenidos de trabajo, a presentar los contenidos…, y aquí es donde la colaboración y el trabajo cooperativo se entrecruzan.

Una parte fundamental de nuestro papel como docentes para fomentar la colaboración es la identificación de perfiles y habilidades personales que favorecen el trabajo en equipo para reforzarlos.

Algunos de los perfiles y habilidades que vamos a buscar y potenciar en esos equipos son:

• Perfil facilitador: modera los debates asegurando que todas las personas son escuchadas, mantiene al grupo focalizado en el trabajo, distribuye tareas…

• Perfil organizador: recoge por escrito las ideas, decisiones, las responsabilidades de cada uno, coordina las autoevaluaciones…

• Perfil público: toma la palabra en representación del equipo, se comunica con el docente, se comunica con los otros grupos para intentar resolver dudas…

• Perfil estratégico: se asegura de que el grupo se centra en las tareas principales y no se pierde en detalles más superfluos. Observa las dinámicas de trabajo y propone estrategias más efectivas.

• Perfil crítico y creativo: cuestiona de manera constructiva las decisiones, propone alternativas menos convencionales, le da la vuelta a los planteamientos…

• Perfil armonizador: mantiene un clima positivo y constructivo.

Todos estos perfiles, habilidades y actitudes asociadas son necesarios para que la colaboración en equipo sea exitosa, con lo cual será importante presentarlos al alumnado como positivos para el trabajo colaborativo, localizarlos, o incluso asignarlos para que se vayan luego desarrollando de manera natural.

En cualquier caso, podemos introducir colaboración en cualquier fase del hiperdocumento, y así ir construyendo el conocimiento entre todos paso a paso: